miércoles, 13 de enero de 2010

SHRIMP: LA MICROSONDA IÓNICA DE ALTA SENSIBILIDAD Y RESOLUCIÓN

LA MICROSONDA IÓNICA DE ALTA SENSIBILIDAD Y RESOLUCIÓN O SHRIMP (Sensitive HighResolution Ion MicroProbe) es un dispositivo de análisis de alta tecnología (en la actualidad hay poco más de una docena de microsondas SHRIMP en el mundo). Este método sirve, por ejemplo, para calcular la edad de las rocas con una precisión y fiabilidad muy altas. Puesto que las rocas perduran en el tiempo y, de algún modo, son los testigos de eventos geológicos pasados (desplazamientos continentales, cambios climáticos, extinciones masivas, etc.) registrar y situar con precisión estos fenómenos en el tiempo es fundamental en geología para conocer e interpretar la historia de la Tierra.

SHRIMP (la microsonda iónica) es posiblemente la técnica geoquímica más precisa y resolutiva disponible en la actualidad ya que permite el análisis cuantitativo de pequeñas cantidades (del rango de picogramos) de un elemento o un isótopo en las fases sólidas, a partir de un método basado en espectrometría de masas. El dispositivo consiste básicamente en impulsar, bombardear, a gran velocidad y con mucha precisión un haz muy fino de iones (de oxígeno o de cesio, normalmente) contra una pequeñísima superficie de la muestra, desprendiendo y desalojando los iones y átomos que queremos analizar (datar, por ejemplo) que son atrapados y transferidos por el campo magnético de la sonda al analizador. Observando y midiendo las fuerzas electromagnéticas -y otras variables- necesarias para desviar y separar los átomos desplazados, se pueden medir sus masas y de esta manera caracterizarlos y establecer su identidad. Con este sistema también es posible cuantificar (contar) los átomos, con lo que se mide la abundancia relativa de cada átomo en la muestra microscópica pudiéndose establecer razones isotópicas fiables.

Para determinar la edad y características de una roca que contenga, por ejemplo, circón, (un silicato de circonio que contiene uranio y que retiene el plomo que resulta de su desintegración), se determinan las relaciones isotópicas U/Pb para lo que, con la microsonda iónica, se desprenden, ionizan y cuantifican los isótopos de U y de Pb contenidos en la muestra del cristal de mineral.

En rocas ígneas y metamórficas antiguas se suele trabajar con cristales de circón ya que es un mineral frecuente, muy estable y resistente y que, una vez formado, puede “sobrevivir” en la roca, o en sus sedimentos, a varios ciclos orogénicos durante muchos millones de años.
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